- ¿Qué puedo esperar de ti?- le preguntó.
- ¿Preguntas qué te ofrezco?- dijo él, con una media sonrisa-. No estaré siempre a tu lado. No seré un compañero con el que puedas contar en todo momento. Siempre he sido un solitario, no estoy hecho para compartir mi vida con otra persona. Pero, a pesar de todo, esté donde esté, tendré un ojo puesto en ti. Y te protegeré con mi vida si es necesario. Por un sentimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario