Siempre nos quedarán caminos por recorrer.

Siempre nos quedarán caminos por recorrer.
Que las palabras solo son unas cuantas letras formando algo que no tiene sentido hasta que no lo sientas de verdad.

sábado, 5 de mayo de 2012

War is over if you want it.


Boom.


Las personas somos como edificios a punto de ser demolidos. Estamos deteriorados debido al paso del tiempo, al paso de las personas, que nos debilitan, nos hacen daño, pero a la vez nos llenan. Tenemos peligrosas cargas de dinamita en cada esquina, y todas ellas están llenas de la pólvora de la memoria. Recuerdos que provocan desde la más pequeña y dorada chispa, hasta los hermosos y majestuosos fuegos artificiales.
Y de repente alguien aprieta el botón rojo, el detonador, y todo explota en tu interior. Aunque no siempre es malo. Muchas veces llena de calor las venas, ilumina tus ojos con su característico color naranja brillante. Porque, sí, hay explosiones que hacen daño, te queman la piel y te destrozan. Pero hay otras, las más fuertes, que te dejan sin aliento y hacen aflorar eso a lo que llaman felicidad. Y es que, ¿qué explosión hay más fuerte que la provocada por el amor?

martes, 1 de mayo de 2012

~


De corazón de mármol y alma de diamante, tan fuerte y tan frágil. Se esconde tras una sonrisa socarrona, falsa, hipócrita. Cree que nadie puede ver más allá de su soberbia mirada, de sus palabras vacías. Se hace el duro, porque para él es muy fácil ser duro. Pero es más duro ser fuerte.
Y así, sin más, llega alguien, alguien a quien sabe que había esperado toda su vida, y consigue traspasar sus barreras, aparentemente infranqueables. Se siente desprotegido, sabe que puede hacerle daño. En cambio, aunque tiene miedo, confía porque está experimentando algo con lo que se siente menos vacío por dentro. ¿Se llama amor? No lo sé. Pero duele porque ha oído por ahí que los imposibles también existen por mucho que la gente se empeñe en decir que no.

*_*


Y...

A veces sientes cómo este mundo te absorbe. Poco a poco va consumiendo tu energía, tus ganas de vivir. Y mientras, te vas hundiendo casi sin darte cuenta en una espiral de rabia, dolor e impotencia. Cierras los ojos porque todo es demasiado aterrador, te da miedo enfrentarte a la realidad. Pero cuando los abres, te encuentras perdida en las entrañas de un laberinto de sombras, rodeada por tus problemas. Intentas fingir que todo va bien, decirte a ti misma que encontrarás la salida si pones una sonrisa falsa y dices palabras agradables con cierto sabor a mentira; mentiras que son sorprendentemente fáciles de contar. Vas construyendo muros a tu alrededor muros que crees infranqueables aunque no son más que meras cortinas de humo. Y entonces, es cuando quieres alejarte de todo, dejar atrás lo que conoces para, por unos instantes, ser amiga de la soledad total y absoluta, esa que no te juzga ni te grita, ni te dice lo que tienes que hacer. Pero no puedes porque sabes que no estaría bien huir de los problemas por muchas ganas que tengas; eso no lo solucionaría.