En este mismo instante
llega a mí un sonido extraño,
quizá sea tu corazón palpitante
que se desboca por el olor de una flor
o puede que sea el mío
intentando salir adelante.
Me quedo con tu sombra y tu mirada
encerradas dentro de un cajón
al abrigo del olvido y las heladas
por si algún día sin razón
decido salir a recordarte.
Un día en el que sienta
que tus calles están vacías
y que en algún lugar de la acera
puede haber sitio para mí.
Necesito un sitio grande pa vivir,
que quepa la esperanza que hay aquí
porque no voy a ningún lugar sin ella
mientras ella no se quiera ir;
la quiero en cada parte de mi cuerpo
y más fuerte no lo puedo querer
pues sólo ella me concede el deseo
de caminar junto a ti.
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